Las tapas españolas son un aperitivo tradicional que se sirve en locales, bares y restaurantes para acompañar la bebida y un buen rato de terraceo, amigos y risas.
Tapear es parte de nuestra tradición pero ¿te has preguntado alguna vez cuál es la historia de las tapas y por qué se llaman así?
Ir de tapas
Desde siempre el tapeo acompaña un buen vino, pero poco a poco la cerveza ha ido ganándole terreno, sobre todo los días de calor, y muchos seguidores del buen tapeo prefieren salir de tapas y cañas a una copiosa comida en un restaurante.
¿Cómo nos gustan?
Frías y calientes, saladas y dulces, y aunque las sencillas tapas de queso o embutidos nos siguen pareciendo riquísimas existe una gran variedad de opciones en bares y restaurantes: tapas de pollo, tapas de huevo, tortilla, con hortalizas, croquetas, patatas bravas, pulpo, calamares a la andaluza o romana, aceitunas, con pan, tapas de autor…
La historia incierta de las tapas españolas
Existen muchas versiones sobre el origen de las tapas. Historias que se han transmitido de forma oral, generación tras generación y que involucran a reyes, taberneros y viajeros.
1. La enfermedad de Alfonso el Sabio
En el siglo XIII, cuando Alfonso X de Castilla, rey de Castilla y de León y conocido como el Sabio, sufría una enfermedad que lo obligaba a seguir un tratamiento médico en el que se incluía, de tanto en tanto, un sorbo de vino.
Para contrarrestar los efectos del alcohol, Alfonso el Sabio ordenó que se le sirviera siempre el vino con pequeños bocados de comida.
Fue así como Alfonso X estableció y popularizó que en los mesones de Castilla se sirvieran las bebidas alcohólicas con raciones de comida para disminuir los efectos del alcohol.
2. Accidentes de carreteros ebrios
Otra versión de la historia de las tapas españolas, se remonta al reinado de los Reyes Católicos.
Ante la proliferación de accidentes causados por carreteros ebrios, los taberneros tomaron la decisión de tapar las jarras de vino con una loncha de jamón o de queso.
Los tan ansiados bebedores se comían el trozo de embutido o queso para destapar la copa y echar un trago. El consumo de ese trozo de alimento disminuía los niveles de alcohol en los carreteros que, tras un alto en el camino, tomaban las riendas de sus caballos ahora menos ebrios que en épocas anteriores.
¿Esto te debe sonar, no? Consumir alcohol y conducir nunca ha sido una buena idea…
3. El viaje de Alfonso XIII… o de los Reyes Católicos
El origen de las tapas es un misterio como también lo son sus protagonistas. Algunos cuentan que la siguiente historia le ocurrió a Alfonso XIII mientras que otros hablan de Fernando II de Aragón.
Ante una proliferación incontrolable de moscas, Fernando II de Aragón exigió al tabernero para que tapara su copa de vino. El tabernero, ante una espontánea ocurrencia, corrió a por un pedazo de queso manchego y al colocarlo encima del vaso dijo: «Majestad, aquí está su tapa».
Otros cuentan que fue Alfonso XIII, el que en una visita a Cádiz, reposó para tomar algo en el Ventorrillo del Chato y pidió una copa de vino de Jerez.
Era un día de mucho viento y para evitar que la copa se llenara de arena, el camarero decidió tapar el vino del monarca con un trozo de queso o de jamón para que no le entrara tierra.
Alfonso XIII se comió la tapa y decidió pedir otra copa de vino con otro pedazo de queso o embutido.
A partir de entonces, el monarca ordenó que se sirviera esta ración de alimento para acompañar el vino en todo el territorio español.
Y según la versión de los Reyes Católicos, se extendió sobre todo en los meses de altas temperaturas cuando la Península se llenaba de moscas.
4. Más y más versiones de la historia de las tapas españolas
Sea cual sea el origen del tapeo, lo que sí es cierto es que la RAE añadió el nuevo significado a la palabra “tapa” en 1936 y que la posguerra propagó la tradición ya que era más barato alimentarse a base de pequeñas porciones de comida que de un plato entero.
Bar de tapas
Fuera cual fuese su origen verdadero, lo que sí es cierto es que en la actualidad es una actividad indispensable en nuestro tiempo de ocio.
La forma de servirlas o el tipo de tapa varía dependiendo de la zona, habrá quien la tome con cerveza, vino, cava o refrescos, pero ¿quién no está deseando ir de tapas con amigos o familiares con el buen tiempo, ya haga viento, haya moscas o nos embriaguemos?
Y tú, ¿conoces alguna historia de las tapas españolas? ¡Cuéntanos tu versión en los comentarios!
Creo que has mencionado algunos detalles muy interesantes, te lo agradezco por el post.
¡Buen día! Podría haber jurado que he estado en este blog antes, pero después de leer algunas de las publicaciones me di cuenta de que es nuevo para mí. No obstante, definitivamente me alegro de haberlo encontrado y lo marcaré como favorito y volveré a consultarlo a menudo.
Muchas gracias. Encantados de tenerte por aquí.
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