Lulat no es (simplemente) una heladería. Puedes sentarte, con tu familia o amigos, a almorzar o a cenar. Su producto se puede acompañar con fruta, dulces o, incluso, vino en el momento que tú elijas.
Convierten leche fresca en crema helada. Para esto utilizan la tecnología de “Enrietto”, una máquina de creación propia que solamente necesita leche y una pizca de azúcar para fabricar una cremosa delicia, mucho más suave y delicada en textura y sabor que el helado tradicional.
Puedes sentarte y disfrutar tranquilamente de la experiencia en su local de Cánovas o pedir tu bowl para llevar y continuar con tu día.